Mi padre ya tenía el 124 blanco, que nos llevaba a Madrid cargado hasta los topes, de patatas, tomates....
Y venían a despedirse de nosotros, los abuelos, los tíos,... los vecinos..
Todos con el pañuelo y las lágrimas, mi madre pidiendo perdón a todos por las ofensas que hayamos cometidos y ellos diciendo que, semana santa estaba a la vuelta de la esquina.
Normalmente hasta semana santa, no volvíamos a aterrizar en el pueblo de nuevo.
Todos nos ibamos y hasta que no llegábamos a San Vitero, no se nos desacia el nudo de la garganta.
Como ahora vivo yo en un pueblo, que al estar más cerca de Madrid, no provoca tantas despedidas, ya que casi todos los amigos y conocidos, los fines de semana, ó una vez al mes se dejan caer por aqui.
Pero tambien hay despedidas, ya que otros amigos no vuelven a venir hasta semana santa, dado que no les gusta pasar el invierno en nuestra bola de nieve ó porque se van bastante lejos y solo vienen en verano aqui.
Cuando me toca ahora despedirme ami, me acuerdo de aquellos momentos de mi infancia, cuando el que se marchaba era yo. Nunca pude imaginar, ese sentimiento de vacio que queda, el estomago se vacia, como si no hubieras ingerido alimento en todo el día.
Y cuando digo, lo de ... si semana santa está a la vuelta de la esquina... me acuerdo de que esa frase me la decian mis tios ami... y pienso que en ese momento, tenían que tener el vacio y la tristeza que yo siento en ese momento.
Para que se nos pase mejor ese amargo momento, en la Discoteca Broadway... vamos a hacer la fiesta de despedida del verano... Os vemos a todos este fin de semana y en lugar de lagrimas, nos enjuagamos con DYC 8 ....
Pasar buen fin de semana.
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